Resumen: Daniela Chacón es mamá. Adoptó a su niño de 7 años y medio. Tras vivir y aceptar su duelo de infertilidad, entendió que hay otras formas de maternar que el Estado aún no entiende.
Responsable: María Fernanda Almeida | Fecha: 15-02-2023 | Cuaderno: Maternidades | Foto principal: cortesía.
El día que conoció a su “guagua”, Daniela tenía una bola de emociones contenidas en su estómago. Solo había visto a su pequeño, semanas atrás, en un par de videos, pero jamás cara a cara.
“Hola papis. Me gusta el arroz con pollo y la menestra, me gusta el color azul y me gusta el Spiderman. Esas eran sus palabras y no las olvido porque vi tantas veces ese primer video que nos mandó… Quedé en shock”, relata. “Cuando nos vimos por primera vez, él se acercó tímido con la cabeza baja sin querer mirarnos, pero no nos sentíamos desconocidos. Podías ver cómo le cambiaba el semblante cuando le decías ‘hijo, puedo tocarte o pedirte un abrazo’. Aunque no nos hablaba nos respondía con gestos”.
A Daniela y su esposo les tomó dos años el proceso de adopción. Para su hijo fue diferente: tuvo que esperar cinco años y medio hasta que un juez dictó su declaratoria de adoptabilidad.
Es una de las principales críticas de las personas que buscan adoptar en Ecuador: los procesos son largos y engorrosos. Además, la burocracia judicial priva a los niños y niñas de su derecho de rehacer sus vidas con otras familias. Para el periodo 2018-2022, el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) reportó 413 adopciones.
En el proceso no hay posibilidad de que los nuevos padres elijan el sexo, la edad o la apariencia del menor. Solo pueden decidir si están dispuestos a adoptar a un grupo de hermanos o a un niño con enfermedades crónicas o discapacidad, y si quieren una «adopción interracial».
Un tuit
Para adoptar en Ecuador se deben seguir nueve pasos (mira en la parte inferior). Daniela, quien fue vicealcaldesa de Quito y hoy es directora de Fundación Tandem, una organización que promueve ciudades sostenibles, apenas había llegado a la escuela de padres cuando notó que el proceso iría cuesta arriba.
No podía cumplir con las exigencias de la escuela porque los horarios eran insólitos. “De lunes a viernes, de 3 a 5 de la tarde, presenciales, durante un mes entero. No lo podíamos hacer y nos preguntamos con mi esposo: ‘¿Aquí se queda nuestro deseo de ser padres?’”.
Fue entonces cuando escribió una columna sobre las trabas para adoptar, la subió a Twitter y etiquetó al ministro de Inclusión, Esteban Bernal. Él la contactó, se interesó por su historia y, tras una reunión, comenzaron a implementarse horarios más flexibles en la escuela de padres. “Cuando nos reunimos con él, nos dijo que también había historias de adopción en su familia”.
En enero de 2022, Daniela y su pareja, Santiago, terminaron la capacitación, y a finales de agosto los declararon idóneos para la adopción. Había concluido el periodo de gestación de 2 años.
Los primeros frutos
Después de un proceso de fertilidad asistida que no funcionó, Daniela vivió un periodo difícil, oscuro y complejo. “Ahora, ya he hecho el duelo con este tema, no tengo el drama de ‘no me quedé embarazada’ o ‘no di de lactar’, ya no”.
Reconoce que no ha tenido noches en vela, porque su niño duerme de corrido, pero sabe que la tarea de criar es compleja y desafiante, más aún si ella no estuvo con el menor durante sus primeros años. “Hay una sensación de pánico porque ahora tengo que hacerme cargo de una vida, encargarme de que sea plena, que él sea un ser humano maravilloso, que conozca de temas de género. Tengo que criar un hombre feminista”.
Nueve pasos para adoptar
1. Registro virtual en la web del MIES.
2. Entrevista inicial.
3. Taller de formación.
4. Ingreso y estudio del expediente de solicitud de adopción.
5. Estudio de hogar de la familia idónea.
6.Trabajo del Comité de Asignación Familiar que selecciona a la familia para cada niño.
7.Emparentamiento: vinculación entre NNA y la familia asignada.
8. Fase judicial.
9. Seguimiento post-adoptivo.