¿Se puede perdonar una infidelidad? ¿El poliamor tiene asidero? El amor romántico y el matrimonio, ¿van camino al despeñadero? Todas estas interrogantes son absueltas por MD Proaño Zabala*, terapeuta familiar sistémica, quien señala categóricamente que cada pareja es un mundo y que mal haría cualquier profesional de su rama en llegar a conclusiones inapelables o emitir recetas sin sentar a las parejas en un diván. 

Autora: Isabel Hungría | Fecha de publicación: 02/04/2024 | Cuaderno: Crianza.  

Vivimos en un mundo globalizado que aumenta las posibilidades de las personas de elegir pareja. Esa tesitura romántica en la que se reclinan muchas de las relaciones expone al amor a nuevos problemas, de ahí que consultamos a la magíster MD Proaño sobre algunas de las aristas de los que están imbricados los vínculos de pareja: las redes sociales, el sexo, el poliamor, la lucha de poderes, el amor romántico, el matrimonio y la infidelidad. 

Comenzamos… 

Decía una psicóloga neoyorquina, sorprendida por el número de matrimonios que se encontraban al borde del divorcio a causa de las redes sociales, que no podemos hacer en Facebook o Instagram lo que no nos atreveríamos a hacer si estuviéramos frente a nuestra pareja… ¿Las redes sociales son capaces de ocasionar un divorcio o son el pretexto para liquidar un matrimonio ya herido? 

Las redes sociales son un poderoso medio de comunicación que durante mucho tiempo fue subutilizado y que ahora marca la diferencia en el mundo personal, laboral y social. En un matrimonio se debería tener la claridad de que existen tres actores: tú, yo y nosotros. El problema surge cuando pensamos que en un matrimonio todo debería ser en pareja y que no tenemos derecho a una vida privada sin que esto signifique lastimar la unión de pareja. Las actividades individuales podrían reforzar los lazos de una pareja, pero esta cualidad es mal aprovechada y hasta distorsionada cuando es usada para el engaño, porque se está poniendo en riesgo una relación. Y si esta relación ya tiene antecedentes negativos, como de inseguridad o control, por ejemplo, podría terminar en una ruptura. Sin embargo, cabría preguntarse por qué la pareja llegó a ese punto.

Un estudio reciente señala que el ser humano se enamora, realmente, tres veces en la vida, una conclusión, al menos, reduccionista. ¿Qué tan autómatas somos para amar? 

Creo que nos podemos enamorar muchas veces en la vida, pero los enamoramientos están y son muy marcados en determinadas etapas que vamos transitando. Quizás por eso es que se mencionan tres, no porque sean únicos, sino porque se han presentado en distintos momentos cronológicos y suelen ser los más recordados.

La Real Academia Española introdujo en su diccionario (el DLE) la palabra poliamor. ¿Se puede amar (amor pasional) a varias personas al mismo tiempo?

Es una pregunta interesante porque menciona dos palabras bastante lejanas para usarse en un mismo concepto: amor y multiplicidad. Pero sería necesario recordar que el ser humano puede amar profundamente, aunque de forma distinta, a varias personas al mismo  tiempo. Claro que aquí, con el término poliamor, se hace referencia a un mismo tipo de amor, el pasional, con varias personas. Esto que ahora se conceptúa es una realidad con la que ya habíamos coexistido desde siempre, recuerde que hasta hay religiones y culturas que lo avalan. La atracción sexual es química, pero tiene connotaciones afectivas que nos han llevado a hablar de hacer el amor y no solo de tener sexo

Mucha gente empieza con lo uno y termina con lo otro, todo depende de la integración que se vaya dando entre dos individuos. Lo realmente preocupante podría ser el que no se visualicen las consecuencias colaterales de esa decisión de vida.

La terapeuta y sexóloga española Adriana Hoyo señala que los hombres poliamorosos son misóginos modernos, y concluye que al fin y al cabo es más cómodo decir «amo mucho» a «soy promiscuo». ¿Le ve futuro a este tipo de relación?

En el poliamor no sólo participan los hombres, hay que decirlo, sino que obviamente también hay mujeres que se acogen a esta forma de vida. Si alguien, con plena conciencia de causa y efecto, toma esta decisión, está en todo su derecho, pero no creo que haya completa claridad sobre los posibles efectos. A la larga, en toda relación se advierten deberes y derechos que forman parte de una vida en común, además, siempre existe la posibilidad de que lleguen hijos en cualquier momento, entonces alguien podría salir perjudicado. Las relaciones legales obtienen derechos, las otras se acogen a las generosidades voluntarias. A lo largo de la historia lo hemos visto. Se podría pensar que eso no tiene que ver con el poliamor, ya que precisamente le caracteriza la amplitud de criterio, la carencia de compromiso o la brevedad en las relaciones, pero en la práctica sabemos que cualquier relación puede tener estas y otras consecuencias.

Para el presidente del colegio de sexólogos de Europa, las parejas cada vez tienen menos sexo, ¿cuán importante es el sexo en un matrimonio? 

El sexo es importante en un matrimonio, es una de las características de una pareja. Pasa por etapas que van desde la pasión desbordada hasta la cómoda y emotiva unión con los años, pero siempre es importante. El problema es, precisamente, que se le ha restado la importancia que tiene y se le ha sustituido por otros aspectos que han acaparado la atención. El consumismo, por ejemplo, obliga a centrar la atención en mayores logros económicos, en perjuicio del tiempo familiar, pero nada reemplaza el compartir con la pareja. 

Foto: Magíster MD Proaño.

¿Podemos sospechar que el confinamiento por la pandemia volvió a calentar las sábanas de los matrimonios o es muy optimista pensar eso?

El confinamiento evidenció que las estadísticas de violencia familiar eran muy conservadoras; que, luego de esperar los fines de semana y feriados  para «disfrutar con la familia», una vez que se tuvo la oportunidad, no veían la hora de poder salir de la casa; que se extrañaba mucho a las amistades y otras tantas cosas que no se habían notado. Pero está claro que la oportunidad de reencuentros con la pareja también se  aprovechó en muchos casos y que así como varios matrimonios en crisis acabaron por separarse, otros se volvieron a fortalecer. Creo que todo depende de lo que aún une a las parejas.

Al día de hoy, ¿cuál es el problema más recurrente al que estas se enfrentan?

Creo que el mayor problema al que se enfrentan es la lucha de poderes, no es el único, por supuesto. Siguen existiendo la infidelidad, los problemas económicos, la crianza de los hijos, la crisis con las familias del otro y demás, pero hoy por hoy lo más frecuente es esa lucha de poderes que no permite ver a la pareja como el aliado o aliada que es, o debería ser, sino como un rival al que debo superar, en todo sentido, con el que compito todo el tiempo. Eso está minando las relaciones.

¿Por qué cree que actualmente las parejas se casan menos?

Porque han perdido la confianza en el matrimonio, lo ven como una institución caduca. Los seres humanos no somos islas, siempre vamos a buscar la compañía, de una u otra forma, pero ahora mucha gente prefiere evitar complicaciones a futuro. De alguna triste manera es como estar pensando desde el inicio en lo que ocurrirá cuando se separen. 

El matrimonio como institución no creo que haya fracasado por su legalidad, sino por lo que representaba y representa aún en muchos lugares: un contrato que daba ventajas ilimitadas al hombre y abrumadoras responsabilidades a la mujer. Pero esta realidad es algo que está en nuestras propias manos cambiarlo.

¿Considera que actualmente se ama menos? ¿Por qué muchas parejas no quieren comprometerse? 

No creo que se ame menos que ayer, pero evidentemente la idea del amor hoy es distinta. Ahora se sopesan otros atenuantes para ejercer ese amor, cosa que siempre fue necesaria pero no determinante como hoy puede serlo, eso puede afectar el nivel del compromiso con el otro. Sin embargo, si no hay esta disposición, no puede haber verdadera entrega en una relación.

¿El amor romántico está desapareciendo con la irrupción del feminismo? 

El amor romántico ha sido utilizado para enmascarar una tolerancia absurda, y no sólo en una relación de pareja, sino en otras igual de relevantes como son las familiares. Desde ese punto de vista, el feminismo ha logrado que se evidencie y que se busque su erradicación, pero no lo confundamos con ese maravilloso romanticismo que envuelve al enamorarse y que inspira los detalles que acarician una relación, esté en la etapa que esté, y que lograrían tanto si no se dejaran de lado. 

¿El matrimonio está sobrevalorado? 

No creo que se sobrevalore el matrimonio, no se puede negar que ha dado un sentido de pertenencia familiar único, además de que ha otorgado derechos legales básicos para el/la cónyuge. En las uniones de hecho no inscritas, deben esperar años y tener hasta testigos para que se reconozcan esos derechos a pesar de que las obligaciones son exactamente iguales en los dos casos. Además, hay que reconocer que vivimos en una sociedad en la que todavía se discrimina hasta por el estado civil.

Es una decisión personal, como todo, el casarse o no, el cuándo se quiere formar una familia o acreditarse como pareja. Lo importante es que lo que se decida sea conforme a lo que pensemos y creamos. 

¿Los matrimonios pueden sobrevivir a una infidelidad? 

Pueden sobrevivir a cualquier cosa si tienen la decisión de hacerlo. En el caso de una infidelidad se deben revisar todas las aristas, indagar si es una causa o una consecuencia, pero, de manera general, es posible.

¿Qué deben hacer para salvar su matrimonio las parejas que no se soportan?

Hay que abordar esta situación sobre el supuesto de que aún hay alguna expectativa, como ocurre cuando buscan ayuda profesional. Allí podrán dilucidar si optan por trabajar en y por su relación o si se dicen adiós de una manera digna y sana.

¿Y cuándo es el momento de decir en un matrimonio: esto no va más?  

Si existe violencia o abuso psicológico o sexual, no hay que esperar nada más y poner un fin definitivo. El problema radica en que una víctima de estas causales suele estar demasiado aterrorizada o bloqueada para hacerlo. Fuera de estas extremas razones, las parejas deben trabajar por sus relaciones mientras deseen mantenerlas. Puede sonar radical, pero pienso que las personas estamos aquí para ser felices, y si no lo somos debemos actuar para cambiar esa situación.

* MSc. MD Proaño Zabala es terapeuta familiar sistémica con experiencia en comunidades terapéuticas, centros de rehabilitación para drogodependientes y organismos de acogimiento para niños, niñas y adolescentes. Perito social para el Consejo de la Judicatura. Contacto: https://n9.cl/kfc0vg  

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